La carn, de Lluís Garau, dentro del IX Ciclo Escèniques Cuir, en la Sala Carme Teatre: El cuerpo expuesto y el alma en retazos.
En el marco del IX Ciclo Escèniques Cuir, la Sala Carme Teatre vuelve a reafirmarse como un santuario para las voces disidentes, periféricas y ferozmente actuales de la escena contemporánea. En esta ocasión, La Carn, de Lluís Garau, irrumpe como una de las propuestas más crudas, vulnerables y, a la vez, dolorosamente bellas de todo el programa. Una performance que no se limita a traspasar las fronteras entre cuerpo y pantalla, sino que directamente las dinamita.
Desde el inicio, La Carn coloca al espectador en una posición incómoda y reveladora: la del voyeur. Frente al público voyeur, un cuerpo joven, virtualizado y fragmentado a través del dispositivo webcam, se convierte en pantalla y espejo. Lo que vemos no es solo un cuerpo físico en escena, sino el eco de mil cuerpos reflejados en la cámara de chatroulette.com, ese espacio digital donde el anonimato es ley y el deseo se proyecta en píxeles. Garau ensaya, baila, se expone. Pero también duda, espera, se protege, llora. Entre el ensayo escénico y el encuentro virtual, la performance revela la verdadera coreografía: la de una generación que aprende a habitar su deseo en la clandestinidad de lo digital.
Porque La Carn no es solo un experimento escénico sobre la virtualidad o la representación del cuerpo: es, sobre todo, una pieza profundamente personal y confesional, en la que la soledad, la exposición y la necesidad de ser visto se entrelazan hasta difuminar los límites entre el arte y la vida, entre el performer y el espectador, entre el cuerpo ofrecido y el cuerpo consumido.
Hay en esta propuesta un grito de auxilio silenciado por el ruido de una sociedad que consume cuerpos y produce identidades. Una súplica que nace de la pornificación de las relaciones humanas, de la búsqueda obsesiva del contacto físico a través de un filtro y de la precariedad emocional que generan las plataformas de ligue virtual. La Carn es también un mapa del deseo queer contemporáneo: un deseo que sobrevive entre la censura y el exhibicionismo, entre el miedo y la necesidad de existir en algún lugar, aunque sea en línea.
Y es precisamente ahí donde La Carn hace una aportación particularmente lúcida: en su reflexión sobre la construcción de la identidad sexual en las redes sociales, donde cada gesto, cada desnudo y cada confesión quedan atrapados en una red de validación inmediata, pero efímera. Garau se muestra como un cuerpo que negocia constantemente su valor en la economía del deseo digital, donde la intimidad se convierte en moneda y la autenticidad en espectáculo.
La pieza está plagada de referencias artísticas que funcionan como declaración de intenciones: el Narciso de Caravaggio, el Cristo de Mantegna, el San Sebastián de Reni… todos ellos cuerpos masculinos que han sido moldeados a través del arte para encarnar tanto la divinidad como el martirio. Garau se apropia de estas imágenes no para replicarlas, sino para subvertirlas: si ellos eran objetos de contemplación idealizada, La Carn convierte al cuerpo en un archivo de cicatrices, un campo de batalla entre lo íntimo y lo público.
Cinematográficamente, resuena también Muerte en Venecia de Visconti… Obras donde lo bello esconde lo siniestro, y donde la mirada lo contamina todo. Pero quizá la referencia más incisiva sea Czech Hunter, ese rincón de la pornografía amateur donde el morbo se mezcla con la sospecha, la verdad con la ficción, el deseo con la transacción. En este espejo sucio se mira La Carn, y lo que devuelve es el reflejo de una generación atrapada entre la hiperconexión y la soledad más absoluta.
La luz, tenue y cambiante, crea atmósferas que oscilan entre la intimidad de un dormitorio y el anonimato de la pantalla; el sonido –digital, fragmentado– refuerza la idea de un cuerpo que ya no habla, sino que transmite.
La Carn es una pieza descarnada que interpela directamente a nuestros hábitos de consumo corporal y emocional. Una autopsia escénica de la forma en que amamos, deseamos y nos destruimos en tiempos de conexión permanente. Una performance que expone, sin concesiones, cómo nuestras identidades sexuales se moldean a base de clics, visualizaciones y encuentros fugaces, dejando poco espacio para la intimidad real.
Porque aquí no se nos muestra un cuerpo, nos muestra el precio de tener uno y vivir la soledad.
Tras la función, tuvo lugar un encuentro con el propio Lluís Garau y Víctor Mora, doctor en Estudios Culturales, que permitió ampliar la experiencia más allá de la escena. En esta conversación se abordaron temas como los vínculos y afectos que atraviesan la masculinidad, explorando como se construyen y erosionan en la era digital Fue una oportunidad para desmenuzar la pieza desde lo conceptual y lo emocional, situándola también en un marco político y generacional más amplio. La carn se convirtió, entonces, en la carne y la palabra, en un diálogo necesario entre lo escénico y lo simbólico, entre el cuerpo expuesto y el pensamiento crítico.

España/Madrid/Valencia: (Guayaquil, Ecuador,1995) Creador escénico, intérprete, director, autor, docente, gestor cultural y amante del movimiento y la expresión corporal. Se forma en Interpretación y Creación Teatral en la Escuela Cuarta Pared en Madrid y en Expresión Corporal en la Escuela Schinca. A lo largo de su carrera profesional se ha ido formando en danza contemporánea, movimiento, dirección de escena y dramaturgia con profesionales de la escena como Guillermo Heras, Raquel Sánchez, Adolfo Simón o Chevi Muraday. En 2022 crea la compañía de artes escénicas l’ayapampa, con la que han estrenado hasta la fecha las propuesta escénicas Mojado (2022), Enchaquirado (2022) y H.E.R.N.I.A (Dentro de la X Edición de la Muestra de Creación Escénica Surge Madrid en Otoño (2023), todas ellas de su autoría. En 2023 es galardonado con el segundo premio Ex-Aequo en el IX Certamen “Francisco Nieva” de Textos Breves para Teatro de Títeres y Teatro de Objetos con su obra »D.U.D.O» Ha sido docente y coordinador de la Escuela Municipal de Teatro De San Fernando de Henares. Actualmente es Técnico de Animación Sociocultural en CEAR y colabora con CulturaPress como corresponsal en Valencia. Redes: Instagram / Linkedin / Ficha Autor AAT / Pagina web /