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Entrevista a Husam Said: “Granada tiene que tener un Museo de Arte Contemporáneo”, por José Enrique Ávila


Housan Said en su estudio de Granada (España), foto José Enrique Ávila

¿Cómo acabaste en Granada después de hacer un doctorado en la Academia en San Fernando de Madrid?

Llegué a Granada porque estaba agobiado de Madrid, allí no me sentía cómodo. Me enamoré de esta ciudad y de una granadina, ella y yo ya no estamos juntos, pero aquí sigo con el amor de esta hermosa ciudad.

¿Viniste a ver la Alhambra o por algún motivo en concreto?

No era lo más importante, era más por vivir y ver la ciudad en conjunto. Granada, desde luego, parece una ciudad perfecta para ciudad. Para el tema del trabajo, en cambio, quizás que no. A mí lo que me gusta es que es una ciudad muy manejable.

¿Qué echa en falta un pintor contemporáneo en una ciudad tan alejada de las grandes metrópolis culturales?

Absolutamente nada. Tengo el ambiente perfecto para crear, para trabajar, y para enseñar tu obra, tu arte, no necesitas estar en el mogollón. Eso era antes pero hoy en día puedes vivir dónde quieras y mover tu trabajo por todo el mundo, aunque sea desde un pueblo pequeño. Aunque reconozco que Granada se queda pequeña respecto al arte.

¿Qué es en lo que primero que piensas a la hora de diseñar un cuadro?  

Diseñar no es lo que yo pienso, es mejor plasmar una idea. Lo primero es que yo he trabajado por etapas concretas, por temáticas, las empiezo y las acabo. Lo más importante es la idea, luego yo creo que una obra de arte hay que plantearlo como un edificio, es un juego de equilibrio entre el espacio y la figura que tú vas construyendo en ese espacio blanco. Eso es fundamental, yo creo que la mente de un artista es como la mente de un arquitecto, tiene que dominar muy bien el espacio, la luz, la sombra y los demás elementos.

¿Tu obra famosa de los toros como se llama?

Esa obra que salió en el libro de tauromaquia de Planeta se titula “El toro en la cultura del mediterráneo” yo he trabajado sobre ese tema durante mucho tiempo, trataba lo que es el tema de los toros, como una pequeña parte de la historia de esta especie. Es un animal mítico tanto en una parte de la orilla como en la otra.

¿En qué te inspiraste para llevar a cabo esa idea?

Anterior a esto yo empezaba a trabajar sobre la música y danza, y de forma concreta en el flamenco. De repente apareció un toro bailando en una escena de juerga flamenca, y luego me fijé en que los pasos del torero son como los pasos de una danza, al igual que un bailador o “bailaor” flamenco, es exactamente como se enfrente al toro, la postura, el movimiento, es un juego de líneas. Entonces ahí empezó, cuando terminé lo de música y danza, me metí de lleno directamente al toro.

¿Estás contento con el resultado de la obra pasados ya siete años?

El proceso fue como decimos aquí como los toros “embolaos”, pero llegado un momento tuve que frenar, es un tema aquí complicado de tratar, hay un movimiento antitaurino, y movimientos parecidos, etc. Entonces, empecé a plantear como puedo presentar mi idea, lo que es el toro incluyendo la tauromaquia en un soporte nuevo y de un punto de vista distinto y así nació los toros azules. Un enfoque distinto y fuera de lo usual, el tratamiento del toro.

¿En oposición a los miradores del Albaicín que lugares puede encontrar un artista para inspirarse en esta ciudad?

Me gustan más las panorámicas de zonas aisladas del Sacromonte, el Albaicín está muy saturado por el turismo, los miradores son fantásticos, pero desde luego, me voy de allí huyendo cuando me topo con estas situaciones porque no se disfruta nada. En San Miguel Alto, por ejemplo, se disfruta más, tienes una gran panorámica de la ciudad y de la Abadía del Sacromonte. Estos lugares ya están más apartados del turismo.

¿Qué te parece la luz de Granada con su anochecer y amanecer?

Es espectacular. Yo vengo de una parte de Egipto, en concreto de un pueblo pequeño en el delta del río Nilo, que allí también está muy bien. Pero el amanecer y el anochecer aquí son muy bonitos, son especiales y espectaculares. Yo de esta manera no lo he visto en Egipto.

¿Te alimentas de otras disciplinas artísticas como cine, teatro, etc.?

El arte es un todo. Me alimento de otras especialidades, por supuesto. El cine, por ejemplo, me enriquece visualmente, siempre en una película me fijo en la fotografía, en la luz, la sombra, así como el trato del paisaje. Todo eso es un enriquecimiento para un artista plástico, pero ya el practicarlo no. Solamente consumiendo.

¿Qué películas te han llamado la atención a lo largo de tu vida a nivel de dirección de fotografía?

La que más recuerdo es una película de Saura: “Flamenco”. Me encantó el tratamiento de la luz, y el enfoque era muy contemporáneo. Un largometraje que a lo mejor para un guionista no es gran cosa pero que para un artista plástico como yo fue un enriquecimiento visual fantástico teniendo en cuenta las luces y las sombras.

¿Qué supondría para Granada un museo de arte contemporáneo?

Granada debe y tiene que tener un museo de arte contemporáneo, aquí parece que no se valora lo contemporáneo, pero esta ciudad con lo que es a nivel mundial le haría mejorar con eso, y, además, un museo no deja de ser una atracción turística. No basta solo con el museo de Bellas Artes, se necesita esto de lo que hablamos.