Saltar al contenido

Teatro: ELEKTRA, cuando David Lynch imaginó una tragedia griega, por Pelayo Muñiz


Elektra (Bizarra y doméstica opereta para cocina) está los jueves de abril a las 20h en Nave 73.

Supongo que será por aquello de peinar canas, pero uno ve un suelo de baldosas negras y blancas y un telón de terciopelo rojo y se te viene a la cabeza una famosa escena en aquella maravilla de David Lynch que se llamaba “Twin Peaks”.

Sí, la del enano. 

Y aunque la referencia puede parecer gratuita en el fondo no lo es tanto, porque como en la serie de Lynch en “Elektra” también entramos en un universo alucinado y alucinante en el que nada es exactamente lo que parece. 

Aunque te ríes bastante más, eso sí. 

“Elektra (Bizarra y doméstica opereta para cocina)” es una fantasía dividida en 10 “asaltos” donde sus dos protagonistas, Gloria Albalate y Lucía Trentini hacen su propia versión de la tragedia clásica que da nombre a la obra. 

Una versión feminista y cómica, se entiende, donde se mezclan ficción y realidad, puesto que desde el minuto uno queda claro que ambas son actrices en una obra de teatro, e incluso a veces se llaman por su nombre real. 

Gloria Albalate construye una especie de maruja/mamma con intervenciones geniales (“Tú eres griega de arriba abajo, hija”) y Lucía Trentini, en una especie de Elektra punki, hace lo propio cuando su sufrimiento se lo permite (“Mamá, vámonos de putas como hacía Orestes con papá”). 

A menudo tocan instrumentos o cantan en escena, lo que supone toda una banda sonora emocional que añade una capa de lectura más a la propuesta, con momentos absolutamente geniales como la cumbia de Agamenón.

Maravilla. 

A destacar también el diseño de luces, sencillo pero extremadamente efectivo, que genera espacios/tiempos y ambientes muy diferentes y reconocibles a lo largo de las diferentes escenas, hasta llegar a una imagen final que a mí personalmente me pareció extremadamente estética y expresiva. 

En definitiva: que no se la pierdan, que si no se van a arrepentir.