Cosas a hacer para que me escuchen; desnudarme, morir (Coses a fer perquè m’escoltin; despullar-me, morir), de la compañía Ninyas de papá, llega a Teatro del Barrio el 16 y 17 de febrero.
La criminalización que sufre el colectivo Futuro Vegetal por su forma de protestar es solo un ejemplo: ¿cómo hacer ruido en medio de tanto ruido? ¿Cómo llamar la atención con una protesta o desobediencia civil? ¿Es necesario ofrecer una alternativa al sistema cuando una persona es antisistema?
Son las premisas de Cosas a hacer para que me escuchen; desnudarme, morir (Coses a fer perquè m’escoltin; despullar-me, morir), una obra del colectivo escénico Ninyas de Papá que, tras su paso por otros escenarios como el Antic Teatre, llega a Teatro del Barrio el 16 y 17 de febrero.
La obra es una respuesta y un aviso ante el desastre, una recopilación de conversaciones, un grito de ayuda, una imagen que se pone en movimiento con un motor claro: cuatro chicas han puesto una bomba. Una pieza que nace como una autoparodia donde aparece la metáfora, un vector para mezclar la ficción y la artificialidad, una pieza polifónica a cuatro voces, una fuga de la trascendencia y de la poesía, un abanderamiento de la estética de vanguardia, cercana al punk.
Hace 24 horas que se han encerrado en el teatro y es en el último momento, una hora antes de la explosión, que abren las puertas, dando así la oportunidad de dar una rueda de prensa, decididas a explicar qué es lo que pretenden.
Sobre Ninyas de papá
Este colectivo nació en 2019 como creación de un grupo de veinteañeras de la Universitat de Girona. Su objetivo era la investigación artística, desde una concepción de lo escénico impregnada de activismo, música y amistad. un espacio de altavoz y transformación activa. El colectivo está formado por Raquel Díez, Berta Cardona, Júlia Roch y Carla Font.
