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El Teatro Central de Sevilla agota sus entradas del espectáculo «INK» de Dimitris Papaioannou


El creador griego, acompañado del bailarín Šuka Hor, explora los límites del la realidad en complicidad con la ciencia ficción y el terror

El Teatro Central, espacio escénico de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, gestionado por la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, ha puesto el cartel de ‘entradas agotadas’ para su espectáculo ‘INK’  del creador Dimitris Papaioannou que está programado para los días 17 y 18 de noviembre.

No hay pieza de este coreógrafo que no haya recorrido la mitad del globo. DesdeStill Life’ (Teatro Central, enero 2017), oInside’; desdePrimal Matter’ hastaThe Great Tamer’; la obra de Papaioannou se ha representado en más de 23 países. El bailarín y director griego es conocido por crear obras visionarias que se sumergen en un espacio mental y onírico que, además de espléndidos efectos visuales, profundizan en la condición humana. 

Dimitris Papaioannou es a día de hoy uno de los creadores más poderosos, poseedor de un lenguaje escénico que entrelaza el cuerpo con el arte visual. 

En ‘Ink’ pone el agua en el centro de atención utilizando un sistema de riego para los campos. En su espectáculo es la escena la que se riega: un chorro constante empapa la coreografía y produce los sonidos que encabezan el movimiento.

Ha decidido incendiar las almas para luchar contra las fuerzas de la naturaleza; y lo hace en el escenario junto al joven bailarín alemán  Šuka Horn y la música de Kornilios Selamsis. Este dúo, que rápidamente se convierte en duelo, explora los límites de la realidad coqueteando con los códigos de la ciencia ficción y el terror. 

Una creación única, ‘INK’ es un espectáculo de gran técnica, que amplía los márgenes de la escena contemporánea. El agua fluye en grandes cantidades; caminos bajo el suelo y las paredes resuenan.

El artista griego está en plena forma a sus casi 60 años. Parece lejana su consagración universal, cuando en 2004 se hizo cargo de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Atenas. Ahora es uno de esos popes de la escena internacional (en la estela de Bèjart, Bausch, Kantor, Wilson, Lepage, Castellucci…), llamado a dejar un legado único a través de un lenguaje reconocible y altamente imaginativo, donde danza y teatro conviven en una sinfonía de cuerpos heroicos y objetos polisémicos.